Catarina de Albuquerque, ex relatora de las Naciones Unidas sobre el derecho al agua potable y al saneamiento visitó España para impulsar la Agenda 2030 sobre agua.

La portuguesa, Catarina de Albuquerque

Catarina de Albuquerque ha sido la primera relatora especial de las Naciones Unidad sobre el derecho al agua potable y al saneamiento desde el 2008 al 2014. Recientemente visitó Madrid para reunirse con los actores de la Cooperación Española en agua e impulsar la Agenda 2030 e intentar sumar a España a la iniciativa de Sanitation and Water for all.

¿Cuál es el objetivo de su organización, Sanitation and Water for All (SWA)?

SWA tiene el papel de catalizar voluntad política a nivel global, regional y nacional trayendo a la misma mesa, no sólo los gobiernos, sino agencias de Naciones Unidas, donantes bilaterales, fundaciones, sociedad civil, sector privado y mundo académico para lograr cumplir la Agenda 2030 de desarrollo fijada por Naciones Unidas y la universalización del derecho humano al agua para todas y todos. Esto se hace a través de los directores de agua, pero también con los Ministerios de Hacienda o de otros sectores. En resumen: trayendo a la mesa diversos actores para el desarrollo de políticas públicas.

¿Cuáles son las razones de los gobiernos para no invertir en algo tan básico como el agua y el saneamiento?

Una vez le pregunté lo mismo a un ministro africano y me dijo: "Sabe usted; es que eso no nos hace ganar votos. Cuando inauguro una escuela, y corto la cinta antes de las elecciones, me da votos, porque la gente puede ver la escuela. El problema del agua y el saneamiento es que las tuberías están escondidas.

Cuando se diseñó la agenda 2030, se preguntó cuál era la prioridad para las personas y muchas contestaron que la salud o la pobreza. Pero cuando miras los asuntos de salud, muchas veces tiene relación con enfermedades por transmisión hídrica. ¿No fuiste a la escuela? Quizás es porque tenías que cargar agua.

Mucha gente no hace la relación entre la enfermedad que tiene y la falta de acceso al agua y al saneamiento y por eso es fundamental formar a la población en este sentido para que se ponga como prioridad en la agenda de los decisores públicos.

¿Qué valoración hace de los Objetivos de Desarrollo (ODS) de Naciones Unidas y en concreto los avances del enfoque de derechos?

Los ODS son una evolución fantástica para el marco del desarrollo. Cuando los negociábamos pensé que si no logramos eliminar progresivamente las desigualdades estábamos fallando. Pero hemos integrado el marco jurídico de los ddhh en el ODS 6 y se han incluido aspectos sobre la calidad, asequibilidad y accesibilidad del servicio de agua. Si no se respetan estos criterios, es porque no se quiere hacer, porque hay una base jurídica para ello.

¿Cuál es el papel de la Cooperación Internacional en la Agenda 2030?

La obligación de llegar a los más desfavorecidos es de los gobiernos nacionales y tiene sus costes. Pero también las cooperaciones tienen la obligación de dar prioridad a los que menos tienen.

En relación al agua y saneamiento, los gobiernos tienen obligación de garantizar que los servicios lleguen a los más vulnerables. Esto no significa que tengan que invertir todo su presupuesto en esta población, pero hay que animar a invertir en zonas en las que es más caro.

Los donantes como España deben inspirar. Tener una agencia que priorice los derechos humanos es algo que sirve de ejemplo a los gobiernos nacionales y otros actores como los bancos de desarrollo.

¿Cuáles son las ventajas de invertir en los más pobres?

Antes de mejorar el acceso de algunas personas hay que garantizar el acceso básico de todas. Es en esa franja de la población que no tiene nada, donde el impacto de la inversión es más grande.

Conocí a una mujer en una isla en el Pacífico que me decía que tenía dinero; o para comprar un ticket de bus para que su hija fuera a la escuela, o para comprar compresas. Hay muchas niñas que se quedan en casa porque no tienen compresas y no hay baños en la escuela y no se pueden lavar. En términos de la fuerza económica de las mujeres estamos condenando a la pobreza a la mitad de la población.

Por otro lado, contamos con la mitad de las camas de los hospitales de África subsaharianas ocupadas por personas con enfermedades hídricas. ¿No nos damos cuenta de lo que se podría ahorrar en términos de salud? Es increíble. Y, ¿quién cuida a las personas enfermas? Normalmente las mujeres y las niñas que no van a trabajar o a la escuela…

El agua también ayuda al turismo, a los negocios. Me acuerdo de una mujer en Egipto a la que le pregunté sobre los efectos del agua y me miró como si fuera estúpida: ¡Ahora yo puedo trabajar y mis cuatro hijas van a la escuela! El agua es una revolución en el hogar.

¿Qué valoración hace de la iniciativa del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento?

A mí me parece una buena iniciativa, porque en América Latina todavía hay mucha desigualdad. Y sobre todo, por la decisión del Fondo de integrar los derechos humanos en su labor. Ese tipo de programas tienen un impacto claro en la vida de las personas.

El Fondo español me parece ejemplar y me encantaría tenerlo en la alianza de Sanitation and Water for All, para atraer toda su experiencia.

Fonte: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)